Manual para sádicos: 16 maneras de torturar a un desarrollador

Manual para sádicos: 16 maneras de torturar a un desarrollador
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

El mejor activo o recurso de una empresa de tecnología son sus desarrolladores, aquellos que hacen que la magia ocurra. Por lo tanto hay que tratarlos bien, que estén a gusto para que el código fluya y detrás de él, el dinero... sin embargo muchas empresas no se han enterado todavía del tema y no cejan en su empeño de poner trabas a sus desarrolladores. Muchas veces estas trabas son casi torturas chinas y la gente de InfoWorld ha hecho una lista con 16 maneras de torturar a un desarrollador que os reproducimos a continuación en el idioma de Constatino Romero (DEP) y con anotaciones varias:

  1. Seguridad excesiva. Sí, el no poder instalar los programas que necesitamos o tener capado Internet (o Spotify) no es la mejor manera de hacer la experiencia de desarrollo más dulce.

  2. Obligación de usar herramientas horribles. Como tener que programar en Dreamweaver como IDE, por ejemplo.

  3. El equipo de mantenimiento. Desde luego que los nuevos desarrollos animan a darlo todo mucho más que tener que encargarse de mantenimientos de proyectos anteriores.

  4. Forzar el uso de Windows. O de Linux. O de Mac. Que cada uno utilice con lo que esté más cómodo y sea más productivo, ¿no?

  5. Utilizar librerías cerradas. De verdad, hay sitios donde en 2013 sigue estando mal visto utilizar librerías de terceros.

  6. WebSphere. Sólo de leer este nombre ya me entran escalofríos.

  7. Todo es urgente, todo es para ayer. Y realmente nada es tan urgente, ni el fin del mundo.

  8. ¡Ah, los buenos viejos tiempos!. Nunca quedarse en el pasado, siempre hay que estar al filo de la tecnología

  9. Tareas repetitivas solamente. Un poquito de retos nuevos de vez en cuando es la salsa del desarrollo, no nos engañemos

  10. Las eternas máquinas virtuales. Sí, ahorras mucho en hardware pero todo se vuelve mucho más lento y engorroso.

  11. La reunión de SCRUM interminable. Esas reuniones mañaneras que deberían durar 5 minutos y que te ocupan media mañana. De ágiles tienen poco, la verdad. Concreción jóvenes, concreción.

  12. La excesiva formalidad. Pero ojo, tampoco nos pasemos y vayamos en bañador y chancletas. La virtud está en el término medio, ya lo decía Aristóteles.

  13. Gestionar proyectos como crisis con rehenes. Un poquito de tranquilidad señores, que esto no es a vida y muerte

  14. Nosotros somos los que hacemos las preguntas aquí. El método de policíaco de Hollywood mejor no, que haya comunicación bidireccional, por favor.

  15. El demonio está en los detalles. "Oye, genial pero falta un detallito..". Si ya, detallito. Seguro.

  16. No importa como funcione... pero que funcione. Primar la calidad sobre la cantidad y las prisas, esa quimera.

Seguro que a vosotros se os ocurren otras muchas torturas (más allá de poner en bucle Bustamante en el hilo musical) y para ello están los comentarios.

Vía | InfoWorld

Comentarios cerrados
Inicio